1 mar 2012

Promoviendo Amor, Fuerza y Abundancia. Parte II.

Los Ideales... Hay momentos en los que debemos parar y observar los ideales que nos mueven y nos conducen en nuestra vida. Sólo que para poder hacer un buen proceso de observación debemos ir a los detalles que crean el contexto general de nuestra realidad. Dependiendo nuestra condición física, económica, moral y/o social , encontraremos diferentes respuestas que definen valores ideales o condiciones ideales en un punto de nuestra historia; más contemplando los ideales de las personas llegamos a reconocer su condición humana.

La prioridad de nuestros valores humanos se ve, en muchos casos, desplazada por una necesidad de subsistencia. Veamos el caso actual de muchos empresarios, y de muchos empleados (2003-2013) de la empresa venezolana PDVSA.
Sin querer juzgar aquí la integridad de ese trabajador, podemos preguntarnos, cómo nos sentiríamos nosotros si para mantener nuestro trabajo, y proveer el cuidado y los alimentos para nuestra familia, tenemos que aceptar ser títeres del gobierno en aspectos que no tienen nada que ver con nuestra responsabilidad y capacidad de respuesta laboral. Sabiendo que esa es la condición para poder contar con ese puesto en el mercado laboral mediatizado.

El gobierno de Chávez ha hecho elevar el valor de un buen dicho popular que justifica entre otras cosas el bajo nivel de desenvolvimiento en nuestro país. Es triste ver que en Venezuela (2011), hay una joven población adulta que esta creciendo y desarrollándose bajo las limitaciones de  "oportunidades condicionadas". Estas son el día a día en una sociedad manipulada por la aceptación inconsciente, y en muchos otros casos consciente, de la frase popular "la necesidad tiene cara de perro". Es decir,  que el pensamiento interior en muchos venezolanos ha llegado a manejarse en terminos de sacrificios que en el fondo son degradantes de la dignidad de una persona.
Cuantos trabajadores están hoy pensando; "Si para comer, trabajar, y pagar la educación de mis hijos, tengo que ser seguidor del gobierno, pues lo seré".

Esa es la triste realidad de muchos, y aunque el típico buen humor del venezolano, logra sacarle punta de gracia a toda circunstancia, la verdad es que en el fondo de la mayoría de los Venezolanos ha  de escucharse una voz interior que grita, Hasta Cuándo?

Sin embargo siempre habrá una esperanza. Gracias a Dios Venezuela es un país joven y es en los jóvenes estudiantes y profesionales venezolanos que puede surgir un liderazgo que pueda representar la respuesta. Son esos jóvenes los que tienen necesidad de ver cambios porque son victimas de la lucha interna de sus padres. Otros porque son testigos de la mala práctica, y acumulan el deseo y el ideal de crear cambios, buscan que haya  justicia y procurarán la paz y el orden.

Por otro lado, esta el aporte de aquellas personas, los viejos inmigrantes de Venezuela, (no los que trajo este gobierno) quienes nacieron y vivieron en países devastados por guerras y malos gobiernos. Esos Inmigrantes que nos dieron la vida a muchos venezolanos;  nuestros padres quienes  vinieron a parar a este país buscando progresar a punta de trabajo honesto y de mucha tenacidad. También existe en ellos, y su descendencia una esperanza si es que eligieron el ideal de poder marcar una pauta positiva con sus acciones, basándose en el amor profundo por la patria que les abrió las puertas para empezar y prosperar y en la fuerza que les emana de la firmeza de sus convicciones y la confianza de que todo estará bien, pues conocen algo que los venezolanos, nunca habíamos saboreado. Ellos pasaron ya por tiempos parecidos y reconocen que en esos tiempos la gran mayoría esta con los corazones agitados, inquietos y temerosos y es así como también el ser humano forma su carácter. Sembrando en sí mismo,  el anhelo por poder gozar de seguridad en las calles, desprendimiento de lo material, una cultura de cooperación y compromiso con su entorno, humildad y comprensión hacia las necesidades físicas, emocionales y mentales de otros.

Podemos comprender que los valores e ideales de una población que se ha mantenido en hambre y miseria difícilmente sean los mismos para aquellas personas que han crecido y vivido en la abundancia. Dos mundos diferentes que no excluyen la posibilidad de dar a las personas un punto de encuentro que les permita transitar el mismo camino a partir de ese momento. Hay personas que emergen de un medio impregnado de egoísmos, envidias, pugnas, divisiones y excusas que justifican sus ciclos de pobreza "humana" y que llevan una batalla interna para superarse. Estas personas tienen una salida y es la de luchar por "un ideal" que los lleve a salirse, con sus respuestas, de ese grupo que tal vez representa la mayoría . Son seres humanos que habiendo crecido en un ambiente que yo llamo "de defensa ofensiva" causado por frustraciones y resentimientos no bien atendidos al principio, encontraron oportunidad en sus crisis y no se dejaron arrastrar por la realidad de un tiempo, para extenderlo por el resto de sus vidas, sino que, con la ayuda de Dios, pudieron salirse de esa atmósfera, para proyectarse en un mejor tiempo futuro.

Todo ser humano tiene su sendero y cada uno de nosotros esta luchando por combatir, superar o lograr "algo" que normalmente tiene que ver con lograr cultivarnos como seres especiales,  con lo mejor, porque somos templo del Espíritu Santo. La respuesta que demos es nuestra elección.

Las empresas, los gobiernos, las comunidades, y cualquier figura corporativa y organizacional pasan por las mismas re-evaluaciones y trances en sus realidades del momento. Nosotros como persona y punto de partida de toda comunidad, debemos siempre preguntarnos QUE QUIERES?... CUALES SON TUS METAS ACTUALES?...(Valga la auto-confrontación).

Antes de contestar cualquier interrogante tomemos el tiempo necesario para reconocer si nuestros anhelos, acciones y decisiones de hoy tienen el sello de los ideales mas altos que podamos concebir. "Sed Perfecto, por lo tanto, como nuestro padre celestial es perfecto". Mateo 5,48